La cafetería

Hoy pasé a mi cafetería favorita...por una agradable taza de café -cajesstoso-, tan rico como siempre y una gelatina con una florecita. La verdad es que estaba tan linda que sentí feo comerla pero nimodo tenía hambre.
Y ahí estaba yo, en la barra, en la misma esquinita donde me siento a ver pasar la vida.

3 comentarios:

Gerardo Sotelo dijo...

Esos momentos son buenos pero en exceso pueden hacer mal.

Creo que al principio nos ayudan a reflexionar lo importante y geniales que podemos ser, pero luego terminamos pensando lo contrario por no poder serlo... o algo así, bueno, creo jeje.

Minoe dijo...

Gelaldo!
:P jejeje. Sí, todo con medida, nada con exceso!

Saludos hasta Chapias !

Oliveros dijo...

Amiguita, en primer lugar gracias por acordarte de tí el día de mi cumple y para continuar, no te sientas mal porque los hombres se fijen solo en la hermosura de tu figura, ya llegará aquél que te busque por aquéllo que es invisible a los ojos de los mortales.
Ánimo amiguita, sé optimista, si hoy te sientes mal, mañana te podrías sentir peor.