El pozole

Mi familia y yo organizamos un sábadito de pozole. Como se nos antojó hacerlo en leña ahí me tienen la mitad del día -junto con mi hermano- cuidando que no se apagara el fuego. Fue taaaaaan aburrido y cansado, los ojos me lloraban de vez en vez cuando metía leña.
Mai se encargó de ponerle los secretos de la abuela y el polvo de uñas y yo con la cara llena de tiza y la ropa humeada seguía cuidando del fuego. Planeábamos comer en el patio como la semana pasada, pero por lo tarde que se hizo estuvimos dentro de la casa.

A mi hermano se le ocurrió que hiciéramos una fogata, así que compramos bombones, armamos la fogata, la prendimos y a quemar los bombones enganchados en palitos :D

El día estuvo muuuuuuuuy bien, aunque me aburrí con lo del fuego, la verdad -y no es por presumir- que el pozolito quedó delicioso!!! Ah! qué rico es comer.

1 comentarios:

mike dijo...

pues se antoja el pozolito! :p

Genial que te la hayas pasado bien!

Saludos y abrazos! ;)